El sentido del olfato es un sentido poderoso. A través de este conocemos de otra forma el mundo, ya que nos relacionamos con aquello que nos agrada o no mediante el olor. Nuestro cerebro tiene la capacidad de recordar cerca de un 35 % de los olores que nos rodean. Quizá parezca poco, pero en realidad hablamos de retener unos diez mil aromas distintos, lo cual hace una gran diferencia. Por tanto, si aplicamos esto a las ventas, nos daremos cuenta de que el marketing olfativo puede ayudarnos a potenciarlas.
¿En qué consiste el marketing olfativo?
Se trata del uso de aromas para que los potenciales clientes los identifiquen como positivos y los vinculen con la empresa. De esta forma serán más proclives a comprar en un lugar que tiene un determinado aroma. También denominado “sensory branding”, el marketing olfativo tiene como fin crear una emoción olfativa para atraer, mientras crea un diferenciador de una marca. De esta forma destacará por encima de la competencia y los clientes se decantarán por ella.
¿Funciona el vínculo del olfato con la emoción al momento de una venta? ¡Claro que sí! La prueba de ello es cuando pasamos por un local que huele a canela y manzana -o a pino fresco- en temporada navideña, y nos atrae porque nos recuerda buenos momentos. Algo similar ocurre con el aroma a pan recién horneado, que nos invita a comprar, y así hay múltiples ejemplos.
¿Por qué el marketing olfativo puede incrementar tus ventas?
Un local con la decoración, iluminación y mobiliario adecuado es fundamental para atraer y vender. La publicidad también tiene un lugar importante. Pero ¿qué pasa si tu cliente potencial está saturado de estímulos visuales y pasa de largo? Permite que su nariz lo acerque a ti. Para ello será necesario crear una firma olfativa, que es un aroma personalizado para tu negocio o marca.
Se trata de un aroma especial que cumple con dos fines, por un lado, estar relacionado a tu producto o servicio (o lo que deseas que proyecte), y por otro, ser único. Por ejemplo, una clínica veterinaria no atraerá más si huele a perro, pero sí si tiene un aroma diferenciador, fresco, relajante, tranquilizador y a la vez, energético. Los clientes con mascotas se decantarán por un negocio así porque les dará la idea de ser un lugar exclusivo, profesional y limpio, donde sus mascotas estarán seguras. Y algo similar se puede aplicar a otros tipos de negocios.
Memoria olfativa y ventas
Nuestra memoria olfativa es extraordinaria. Aunque no hayamos detectado un olor en varios años, en cuanto lo percibamos nos remitirá a una situación vivida, ya sea buena o mala. En el caso del marketing olfativo lo que buscamos son las emociones positivas ligadas a aromas agradables. No se trata de saturar al cliente con un aromatizante comercial con olores muy frecuentes, sino de un aroma o mezcla de aromas que identifique positivamente con ese producto o servicio.
Aromas relajantes en un spa, aromas frescos y llenos de vitalidad en un colegio, aromas tranquilizadores en un consultorio médico… Las posibilidades son infinitas. Y si tus potenciales clientes están en contacto con estos aromas específicos y únicos, por supuesto que las posibilidades de querer adquirir ese servicio o producto aumentarán. Interesante y prometedor, ¿verdad? Si quieres conseguirlo debes acudir a profesionales en marketing olfativo.
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